jueves, 17 de abril de 2025

Isla de Pascua

 

ISLA de PASCUA



Todo partió con una llamada de mi amigo de la infancia, René Baudrand.
El es el motivador principal de esta parte del libro, pues sin muchos rodeos; me dijo que tenía dos horas para escoger asiento en un viaje a Rapa Nui.


René, quien tiene una hija y un nieto en Isla de Pascua, cuenta con varios amigos allá, y ganas permanentes de ir a verlos.
Bajé unos libros y guías de Amazon, para darme una idea de ese lugar que esta en la mitad de la nada, a cinco mil kilómetros de cualquier lugar habitado,
Había que proveerse de Somb

rero, corta vientos, cremas solares y , en fin, todo lo pertinente a una excursión de este tipo.
Mi inseparable LUMIX ZS 40, más el teléfono, un iPhone 7Plus, al cual le debo muchas fotos, incluyendo la portada, tomada desde un bote que volvía muy rápido a la Isla.

Mi primer libro, antes de Internet, consumió más de un año, tomando apuntes en las bibliotecas, cosa que hoy sería impensable.
Quedo obsoleto, ya que los datos que contiene, se encuentran actualizados y mucho más socializados en la Web.


El segundo es una Historia de el Cementerio General de Santiago, daba cuenta más extensa que la pequeña reseña existente, muy buena;    pero no existía un libro. Ese sigue indemne.
Han pasado los años, y la realidad permite volver a una conversación virtual, que se concreta en un libro. No tiene estilo, tablas de contenido , indices : solo estas emociones por medio de la fotografía.
Tuve la oportunidad de viajar mucho en una época de mi vida, y las máquinas Reflex con sus lentes eran un lastre. Los rollos, con 36 fotos, no permitían fotografiar cualquier cosa...salía bastante cara esa gracia.




LA ISLA FUGAZ


Aterrizamos con una bella vista de la Isla, y todo lo que había imaginado tras estudiar mapas se fue diluyendo, cuando retomé el paso; al sentir la lluvia, que apareció rauda tras un sol intenso a la llegada.
Y, así fueron armándose los días, donde nada es perdurable. Su paisaje es el fugaz. Lo que va quedando en la memoria, son retazos intensos que no dan tregua. Un atardecer. No.
Aquí hay muchos atardeceres dentro de una puesta de sol; ritual que siguen los centenares de turistas, obnubilados en una explanada, (pag.18) acompañada de Moais, y silencio impresionante.
Hasta ahí llegaron las Guías, pero no los libros que tuve a la mano después de la experiencia
Uno de los autores que tengo a la mano, James Grant-Peterkin, enamorado de esta isla, nació en Inverness, Escocia.Y, en ese lugar si que saben de Hadas, y momentos fugaces.
Ya estudiando en Edimburgo pude seguir la pista de lo que contaba antes. Ese
Wink of the Eye, ese pestañeo, que dura justo para que transiten las hadas por sus mundos y los espíritus escoceses.


Quizás por eso, Grant- Peterkin, recurre a un personaje como Pierre Loti, (Julien Viaud, 1850- 1923). para iniciar su libro, con la experiencia de otro, sobre esta tierra en la mitad del oceano.
Loti, desde lo alto en la colina cercana a la mezquita de Eyüb, se sentaba , según dicen, con la vista puesta en los minaretes y las torres que coronan ambas orillas del Cuerno; que se adivinan en la lejanía, mientras el sol pinta el horizonte y las aguas del Bósforo.
Esa magia del sol en Rapa Nui, es una de las razones para ir; como para viajar a Estambul.



Esta no es , ni nunca ha pretendido ser una Guía de Viajes. Es un Libro de Fotografías.
Sin embargo , toda foto, tiene su Petit Histoire.


Cuando comencé mis viajes, básicamente por trabajo, la Guía de las guías era la Michelin verde para los lugares y la roja para hoteles y restoranes.
Más de alguna vez habrán escuchado historias de chefs que reciben el galardón de ser apreciado por esta publicación.


Aparecieron otras con datos cotidianos de viaje,    hasta que llegó un libro-guía. Libro por lo pesado que es para llevarlo en un viaje, pero soberbio en las fotos y edición. (sobre todo que hoy lo llevas en el tablet, junto a todas las publicaciones que quieras y videos, música y fotos por si fuese poco)
Me refiero a aquellos publicados por El País/Aguilar, que son superiores pero por décimas a National Geographic Traveller.


Estas últimas, estaban a U$ 1,99 en Borders, antes que cerrara.


LAS NUBES


No hay duda que hay ciudades que tienen una luz Particular, también tienen sus nubes, filtros de la magia.


Venecia es el ejemplo por antonomasia, y basta observar cuadros como Canaletto, que al final vendía al por mayor, pero no le quita que exista parte de su obra capturando con talento la luz Veneciana.
Los Países Bajos, donde Brujas tiene su propia luz. Esta ciudad Belga era la capital de la histórica Flandes y una de las más hermosas de Europa porque conserva un atractivo únic
su arquitectura medieval.


En su identidad, destaca la cantidad de canales que pueden recorrerse y que le valieron el nombre de Venecia del Norte.


Delft, Amsterdam y lo mejor según mi percepción para entender el tema de la luz y es guiarse por los pintores.


Jan Vermeer, el mismo de la “ Joven de la Perla”, recoge esa luz , en cuadros notables, como: El Arte de la Pintura, Mujer con balanza, o Militar y muchacha sonriendo.
 


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