sábado, 26 de abril de 2025

La Tumba de San Pedro

 



 

La tumba de San Pedro, ubicada bajo el altar mayor de la Basílica de San Pedro en la Ciudad del Vaticano, no fue diseñada en el sentido arquitectónico moderno, sino que se desarrolló a lo largo de siglos mediante una serie de intervenciones históricas y religiosas. 

Su forma y ubicación actuales son el resultado de las contribuciones de múltiples figuras, principalmente vinculadas a la construcción de las basílicas erigidas sobre el terreno. A continuación, se presenta un desglose claro basado en la evidencia histórica: Entierro inicial (siglo I d. C.): Según la tradición católica, San Pedro fue crucificado boca abajo en el Circo de Nerón alrededor del año 64 d. ​​C. y enterrado en una sencilla fosa en una necrópolis cercana en la Colina Vaticana.  

Esta tumba original era una modesta bóveda subterránea, probablemente un sarcófago de piedra en un cementerio pagano y cristiano a lo largo de la Vía Cornelia. No se asocia a ningún diseñador específico con este entierro inicial, ya que seguía las costumbres funerarias cristianas primitivas. Trofeo de Gayo (siglo II d. C.): Alrededor del año 160 d. C., se construyó un pequeño monumento funerario, conocido como el "Trofeo de Gayo", sobre la presunta tumba. Se trataba de un sencillo edículo (un pequeño santuario) con un nicho, dos columnas de mármol y una losa de travertino, según lo descrito por el sacerdote Gayo en una carta alrededor del año 200 d. C. 

La estructura probablemente fue encargada por los primeros cristianos para marcar el lugar de peregrinación. No se menciona a ningún diseñador en particular, pero fue un esfuerzo colectivo para honrar el martirio de Pedro. Basílica de Constantino (siglo IV d. C.): El emperador Constantino I, junto con el papa Silvestre I, construyó la primera Basílica de San Pedro entre los años 320 y 327 d. C., centrada sobre la tumba. Constantino encerró el Trofeo de Gayo en un cofre de mármol, creando una tumba monumental descrita por Eusebio de Cesarea como una "tumba espléndida". El diseño de la basílica garantizaba que la tumba estuviera directamente debajo del altar, lo que establecía su significado sagrado.  

Si bien Constantino financió y supervisó el proyecto, el diseño arquitectónico se atribuye a ingenieros imperiales, sin que se nombre a ningún arquitecto en particular. Altares y mejoras posteriores: Siglo VI: El papa Gregorio Magno (590-604) elevó el altar para proteger la tumba y facilitar la liturgia, manteniendo su posición sobre ella. Siglo XII: El papa Calixto II (1119-1124) construyó un nuevo altar sobre la tumba. Siglo XVI: El papa Clemente VIII (1592-1605) construyó otro altar, que posteriormente se incorporó a la basílica actual. Basílica renacentista (siglos XVI-XVII): La actual Basílica de San Pedro, construida entre 1506 y 1626, fue diseñada por arquitectos como Donato Bramante, Miguel Ángel, Carlo Maderno y Gian Lorenzo Bernini. Miguel Ángel, como diseñador principal desde 1547, se aseguró de que la cúpula estuviera centrada sobre la tumba, reforzando su eje central espiritual y arquitectónico.  

Las contribuciones de Bernini fueron particularmente significativas: Baldaquino (1624-1634): Bernini diseñó el enorme dosel de bronce (29 metros de altura) directamente sobre el altar mayor, que marca la ubicación de la tumba. Encargado por el papa Urbano VIII, se utilizó bronce, según se dice, extraído del Panteón. Grutas Vaticanas y Confesión: Bernini también diseñó cuatro capillas y accesos a las Grutas Vaticanas, donde la tumba es visible en el "Nicho de los Palio", cerca de la Confesión, lo que facilita el acceso a los peregrinos. 

Contexto arqueológico (siglo XX): Las excavaciones de 1939 a 1949, iniciadas bajo el papa Pío XII para enterrar al papa Pío XI cerca de la tumba, descubrieron la Necrópolis Vaticana y confirmaron el Trofeo de Cayo. Ludwig Kaas supervisó las excavaciones, y la arqueóloga Margherita Guarducci identificó posteriormente huesos que se cree que pertenecen a Pedro, aunque la certeza sigue siendo objeto de debate. Estos esfuerzos dieron forma al acceso moderno a la tumba, pero no alteraron su diseño.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario